Una vez mas la simpleza se une a la tecnología.
El diseñador Yiran Gian,nacido en china pero residente en Alemania, galardonado con diversos premios por sus diferentes diseños, ha diseñado “Ojo de Tormenta” un reloj minimalísta, que como su propio nombre indica es despojado de todos y cada uno de sus elementos sobrantes.
Pero “Ojo de Tormenta” va mas allá de un articulo minimalísta, podríamos decir que es ultraminimalísta, ya que no es visible ni lo mas esencial. Es un reloj completamente negro, el cual carece de esfera central.
El usuario simplemente tiene que presionar un botón, lo que dará lugar a que se iluminen unas luces de color alrededor del marco del reloj, indicado la hora analógica correcta.
El imaginativo diseñador Yiran Gian, mantiene la teoría de que no es necesario la esfera central para leer la hora, ya que según su pensamiento la hora es tiempo, y el tiempo es la magnitud física con la que se mide la duración o el espacio que separa los acontecimientos sujetos a cambios, si todo este pensamiento, ya es lo suficientemente complicado, no es necesario que quede plasmado dentro de la compleja maquinaria de un reloj analógico normal, compuesta por sus manecillas, dígitos, etc...
Si a todo esto también se tienen en cuenta la sensibilidad de algunas personas a los materiales y componentes necesarios en general para la construcción de estos relojes, ocasionando las molestas alergias, sería de especial atención, el valorar que la reducción de algunos de estos materiales innecesarios en el diseño de “Ojo de Tormenta”, tendría a su ver una beneficiosa reducción de los costes de producción, lo que permitiría que tan avanzado diseño, pudiera ser utilizado por el público en general, sin que eso significara un gran desembolso para el bolsillo.
A mi opinión lo que Yiran nos a querido demostrar es que la tecnología no esta para nada reñida con la simpleza, ofreciéndonos un reloj de diseño, totalmente vanguardista, sin la necesidad de componentes que aparte de encarecer el producto, en la mayoría de los casos son totalmente innecesarios, porque desde que se inventara el primer reloj de bolsillo, su verdadera función siempre a sido la misma: ofrecernos la hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario